-Ryan Hoffmann, DMin
El pasado mes de julio, la Colaboración en materia de Liderazgo (LC) y la Conferencia de Formación Religiosa (RFC) emprendieron una iniciativa piloto de tres años de duración que contempla el liderazgo compartido y la colaboración en la administración y la programación. Aunque había admirado la LC desde lejos durante algún tiempo, la nueva iniciativa piloto me ha brindado la oportunidad de aprender más "de cerca y personalmente". Mi viaje (hasta ahora) ha sacado a la luz algunos aprendizajes clave.
1) La LC tiene una historia increíblemente rica y polifacética.Como una "colaboración" de diferentes comunidades en la vida religiosa, la LC ha aprovechado lo mejor de los primeros programas de liderazgo congregacional y se ha convertido en un catalizador para la colaboración y la transformación. Utilizando estos puntos fuertes y aprovechando las mejores prácticas, la LC ha sido líder en dar espacio y descubrir lo emergente y lo iterativo. Este ethos guiado por el Espíritu ha ayudado al conjunto de la vida religiosa a navegar por cambios y transiciones significativos.
2) Todos somos líderes y aprendices.En mi programa de doctorado nos turnábamos para "enseñar" contenidos y facilitar el debate en grupo. Llamábamos a esto el "aprendiz líder" de nuestra sesión, encargado de proporcionar información y gestionar el diálogo, pero también de permanecer abierto y escuchar a la comunidad reunida para nuestro propio aprendizaje y crecimiento. El liderazgo, como sabemos, implica trabajo interno, humildad y un sentido de que liderar a menudo tiene más que ver con afirmar y potenciar los dones de los demás que con seguir adelante con nuestra propia agenda.
3) La LC es adecuada para este momento de la vida religiosa. A medida que avanza esta era de cambio y cambio de época, los elementos transformadores dentro de la vida religiosa van tomando pie. ¿Cómo será la vida religiosa hoy y mañana? ¿Qué cualidades de liderazgo están mejor posicionadas para guiar esta vida y el imperativo evangélico de misión y servicio? En resumen, ¿qué está echando raíces y qué nos toca hacer a nosotros?
Más que nada, la LC ha reforzado el valor (la necesidad, en realidad) de abrazar la "red de redes" que es la vida religiosa y defender juntos el futuro emergente. Con humildad, curiosidad y creatividad.
También he aprendido muchas otras cosas, por supuesto. Por ejemplo, más sobre nuevos colegas maravillosos y sobre cómo podemos empezar a trabajar juntos por el bien de aquellos a los que servimos. Ha sido un tiempo increíblemente "completo", con mucha planificación, selección y clasificación.
Y discernimiento intencional y en oración. ¿Cuál es el sueño de Dios para nuestras organizaciones? ¿Para nuestro trabajo, misiones y ministerios? Espero que sigas participando en ese discernimiento y en esas conversaciones cruciales.
Gracias por su liderazgo. Gracias también por el trabajo que invierten en el aprendizaje.
¡Ven, Espíritu Santo!
Ryan Hoffmann serves as Executive Co-Director of the LC and the RFC. To learn more about the LC-RFC pilot initiative, click here.
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