Por Linda Buck, CSJ
Imagina que, en lugar de mirar mi teléfono 96 veces al dÃa, me pusiera en contacto con Dios.
Hace años oà hablar de un estudio que descubrÃa que quienes practicaban lÃmites claros en el lugar de trabajo tendÃan a ser más respetados por sus compañeros y la dirección. Esto se traducÃa en implicaciones concretas, como un aumento de los ascensos y revisiones anuales más positivas y beneficios económicos. En cierto modo, desde una mentalidad más occidentalizada, esto es contrario a la intuición. Tenemos dichos como "Si no hay dolor, no hay beneficio" y hemos sido condicionados, especialmente las niñas y las mujeres, a dejarnos a un lado para cuidar de los demás. Esto se traduce en lÃmites menos que deseables en un entorno de trabajo o ministerio. Sé que he sucumbido a esta mentalidad, y luego he salido de ella, sólo para sucumbir de nuevo. Esto se traduce en una pérdida de energÃa para lo que realmente importa: la relación con uno mismo, con los demás y con Dios.
Esta semana se hace un esfuerzo por "desconectar": es un momento en el calendario para recordarnos que debemos disminuir nuestra conexión con todos los aparatos electrónicos que nos mantienen conectados. Esto también es contraintuitivo. La tecnologÃa se ha convertido en una forma de conexión, y es una bendición. Basta con reflexionar sobre cómo nos permitió conectar con los demás durante la pandemia. Sin embargo, también llena nuestro tiempo.
El estadounidense medio consulta su teléfono 96 veces al dÃa, es decir, una vez cada diez o doce minutos. Aunque, en realidad, tocamos nuestros teléfonos hasta 2.617 veces al dÃa y los desbloqueamos 150 veces de media. (de Zippia.com)
Definitivamente, ¡la tecnologÃa tiene nuestra atención! También crea lÃmites difusos porque parece que estamos disponibles TODO EL TIEMPO.
¿Qué prácticas pueden ayudarnos a desconectar y a crear lÃmites saludables? Estoy escribiendo esto para mà y espero que ayude a otros a pensar en esto para su vida. Creo que podrÃa enumerar muchas ideas - de las cuales ofrezco algunas a continuación - sin embargo, se trata realmente de un cambio de comportamiento y de crear consistencia en el mantenimiento de los lÃmites. Para mÃ, estoy pensando en lo siguiente con una acción alternativa. Necesito llenar el vacÃo que crea este cambio, de lo contrario, la naturaleza aborrece el vacÃo y volveré a hacer lo que estoy intentando cambiar. Te propongo dos ideas para empezar. Te invito a pensar en 1 ó 2 cosas que puedas hacer. Empieza poco a poco... esto ayuda a crear el cambio.
Cuando me despierto, en lugar de mirar si tengo mensajes en el móvil, miro por la ventana y pienso en el dÃa que me espera.
Durante el dÃa, puedo apartar el teléfono de la vista (a un lado de la mesa) mientras trabajo y consultarlo sólo cuando paso a otra cosa.
¿Cuál es el objetivo real de todo esto? Se trata de aumentar mi disponibilidad para mà mismo, disminuyendo el desorden que tan fácilmente trae la tecnologÃa. También se trata de aumentar mi disponibilidad para conectar con los demás. En lugar de ser un receptor pasivo del último correo electrónico promocional o de la última publicación en las redes sociales, puedo crear espacio para acercarme y participar activamente en la conexión con los amigos.
También crea más espacio para conectar con la Divinidad a lo largo del dÃa. ImagÃnate si, en lugar de mirar mi teléfono 96 veces al dÃa, mirara a Dios. ¿CrearÃa esto una revolución para el corazón en lugar de sucumbir a la paradoja del progreso? ¡Desconectemos y seamos revolucionarios!